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ECONOMÍA Y GESTIÓN.

Saneamiento y educación: ¿bienes sustitutos o complementarios?

09 de octubre de 2020

Investigadora responsable: Viviane Pires Ribeiro

Título del artículo: SANEAMIENTO Y EDUCACIÓN: ¿BIEN SUSTITUTO O COMPLEMENTARIOS?

Autores del artículo: Ana Lúcia Kassouf

Lugar de intervención: Brasil

Tamaño de la muestra: 63 mil individuos

Gran tema: Salud

Tipo de Intervención: Efecto de la interacción entre educación materna y saneamiento básico en la salud infantil

Variable de interés principal: Salud infantil

Método de evaluación: Evaluación Experimental (RTC)

Contexto de evaluación

En 1993, la desnutrición y las enfermedades infecciosas fueron las principales responsables de la alta tasa de mortalidad infantil en los países en desarrollo, causada principalmente por la falta de suministro de agua y saneamiento. Las Naciones Unidas estimaron que en 1992 más del 60% de los niños brasileños de cero a cuatro años vivían en hogares con instalaciones sanitarias inadecuadas, llegando al 90% en el Nordeste. En este contexto, Kassouf (1995) reconoce que muchos trabajos realizados en la época muestran el papel positivo entre el nivel de educación de la madre y la salud de sus hijos, mientras que otros retratan los beneficios de la presencia de saneamiento básico para la salud de los niños. sin embargo, pocos se centran en estudiar la interacción entre educación y saneamiento. Al darse cuenta de esta brecha, el principal objetivo de la autora en su trabajo es observar el efecto de la interacción entre la educación materna y el saneamiento básico (agua potable y alcantarillado) en la salud de los niños en diferentes grupos de edad.

Detalles de la intervención

Los datos utilizados por Kassouf (1995) fueron tomados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (PNSN), recolectada en 1989. La encuesta de información fue patrocinada por el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (Inan) y realizada con la colaboración técnica del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) y el Instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas (IPEA). La muestra del PNSN cubre todas las regiones de Brasil y tiene información a nivel individual, siendo entrevistados aproximadamente 63 mil personas en 17.920 hogares. Los autores seleccionaron todos los hogares con niños de cero a cinco años, identificando al padre, la madre y otros miembros de la familia en cada uno de ellos para obtener información como salario, ingresos, educación, edad, etc.

Metodología

El modelo utilizado por Kassouf (1995) es el desarrollado por Becker (1965), en el que la salud es vista como un bien no de mercado o, como lo llamó Becker, el “Bien Z”. Por tanto, los padres son responsables de producir la salud de los niños, ya que ésta se produce en el hogar a través de los cuidados médicos y maternos, la nutrición, las buenas condiciones fitosanitarias de la vivienda, la ausencia de contaminación, etc. Por tanto, el hecho de que los niños estén sanos aumenta la utilidad para los padres.

La variable dependiente utilizada en formas reducidas para indicar la salud o la nutrición de los niños es la estadística Z de talla para la edad, una medida que detecta niveles de desnutrición crónica. Variables como la edad, el sexo y la raza de los niños se utilizan para controlar las características biológicas y detectar cualquier tipo de discriminación. Dado que las ecuaciones de demanda de salud en forma reducida solo presentan variables exógenas en el lado derecho de la ecuación, se utiliza la técnica de mínimos cuadrados ordinarios (MCO) para estimar los parámetros.

Resultados

Los resultados encontrados por los autores muestran que casi el 13% de los niños de cero a cinco años en Brasil padecían desnutrición crónica o de larga duración en 1989, medida por la estadística Z de talla para la edad. Las ecuaciones en forma reducida para la salud infantil, estimadas por MCO, para diferentes grupos de edad, indican que el nivel educativo de la madre, medido en número de años de escolaridad, a diferencia del padre, tuvo un gran efecto positivo en la salud de los niños, que aumenta a partir de los recién nacidos. a edades de hasta dos años, disminuyendo nuevamente en el grupo de edad de tres a cinco años.

En el mismo sentido, el saneamiento básico, representado por la disponibilidad de agua corriente y alcantarillado en los hogares, mostró un gran efecto positivo en la salud de los niños. La interacción entre estas variables, educación materna y saneamiento básico, presenta un coeficiente negativo para casi todos los grupos de edad, lo que demuestra que existe una relación de sustitución entre estos factores. Los niños cuyas madres son analfabetas o tienen un bajo nivel de educación necesitan una mejor infraestructura hogareña para mantener un nivel adecuado de salud. Por otro lado, las madres con un alto nivel de educación pueden proteger a sus hijos cuando no hay servicios básicos de saneamiento (agua corriente y alcantarillado).

Lecciones de políticas públicas

Comprender las relaciones entre la educación materna y el saneamiento básico en la salud de los niños de diferentes grupos de edad es de gran importancia para coadyuvar en las medidas gubernamentales que apuntan a reducir los problemas de saneamiento básico y educación en el país, con el fin de mejorar la calidad de vida de la población.

El inadecuado abastecimiento de agua y saneamiento, agravado por los bajos niveles educativos y, por tanto, la precaria higiene, hacen que el entorno doméstico represente altos riesgos para la salud de la población. Los gobiernos podrían elevar los niveles de salud y nutrición de la población mejorando estos entornos mediante inversiones en educación y saneamiento básico. Por otro lado, mejorar el suministro de agua y los servicios de alcantarillado en las regiones más precarias, por ejemplo, reduciría la demanda de servicios de atención médica, lo que conduciría a una reducción del gasto gubernamental en salud.

Referencias

KASSOUF, AL Saneamiento y educación: Bienes sustitutivos o complementarios. ANPEC. XXII Encuentro Económico Nacional , 1995.