Investigadora responsable: Eduarda Miller de Figueiredo
Título del artículo: EFECTOS DEL CUIDADO INFANTIL EN EL EMPLEO MATENO: EVIDENCIA DE CHILE
Autores del artículo: Claudia Martínez A. y Marcela Perticará
Lugar de intervención: Chile
Tamaño de la muestra: 25 escuelas – 2110 participantes
Gran tema: Mercado laboral
Tipo de Intervención: Ofrecer atención extraescolar en un establecimiento educativo
Variable de principal interés: Fuerza laboral femenina
Método de evaluación: Evaluación Experimental (RCT)
Problema de política
La fuerza laboral es diferente para hombres y mujeres. Considerando el mundo entero en 2014, la participación femenina en la fuerza laboral (FLFP) alcanzó el 55,3% mientras que la participación masculina fue del 81,7%. Una de las posibles razones para que esto ocurra es que las mujeres dedican más tiempo al trabajo doméstico y al cuidado de los hijos (Berniell y Sáncez-Páramo, 2011). Sin embargo, el acceso igualitario al mercado laboral es una medida de igualdad de género, además de ser una herramienta para el crecimiento (Duflo, 2012).
Además, esta mayor representación femenina en la fuerza laboral también es una estrategia de reducción de la pobreza, ya que las familias encabezadas por mujeres son más densas en los quintiles de ingresos más bajos de América Latina (Araujo y López-Boo, 2015). En Chile, el 51% de las familias tienen mujeres como cabeza de familia.
Investigaciones en otros continentes han demostrado que el uso de guarderías aumenta la probabilidad de empleo en 10 puntos porcentuales, y otros estudios encuentran efectos más fuertes para las madres solteras (Goux y Maurin, 2010; Nollenberger y Rodríguez-Planas, 2015).
Contexto de evaluación
En Chile, las mujeres representan el 40% de la oferta laboral total y la diferencia en la FLFP entre hombres y mujeres es de aproximadamente 25 puntos porcentuales, aumentando a 30-35 puntos porcentuales en períodos asociados al parto y cuidado de los hijos. Las mujeres citan el cuidado de los niños como una razón para no participar en el mercado laboral: el 20% son mujeres con hijos de 6 a 13 años y el 30% tienen hijos de 0 a 5 años.
Además, las mujeres enfrentan el problema de no ofrecer guarderías para niños mayores después del horario escolar, ya que las escuelas primarias públicas terminan a las 4 de la tarde, con algunas excepciones los días en que terminan a la 1 de la tarde. Chile desde 2006 ha ampliado el cuidado infantil público para niños menores de cinco años con el objetivo de mejorar las tarifas de capital y FLFP, con instalaciones que ofrecen cada vez más sus servicios hasta las 7 de la tarde, siendo compatibles con el horario laboral de tiempo completo. Pero los estudios han encontrado que, en promedio, el FLFP no ha demostrado un efecto sobre esta expansión.
Detalles de la póliza
El programa 4-7 brinda tres horas de cuidado después de la escuela en un centro educativo para niños de 6 a 13 años mientras sus madres trabajan, buscan trabajo o participan en cursos de capacitación o programas de educación formal. Esto permitirá que las mujeres que son responsables de sus hijos ingresen y se apeguen al trabajo.
El programa funcionó después del horario escolar durante la semana, en 2012, y los horarios podían ajustarse según los horarios escolares. Independientemente del horario de apertura, todos los establecimientos deberán estar abiertos al menos 3 horas al día. Los niños tenían tiempo para hacer sus tareas escolares, así como tiempo para actividades extracurriculares, como arte y deportes. Así, la guardería gratuita permite a las madres que cuidan a sus hijos por la tarde enviarlos al programa y utilizar este tiempo para otras actividades.
Método de evaluación
Los municipios chilenos seleccionados para participar en el programa fueron elegidos observando otros programas existentes en ese territorio, el número de niños en el grupo de edad del programa que asistían a escuelas municipales y la proporción de mujeres económicamente activas en ese municipio en comparación con el promedio regional.
El programa se llevó a cabo en 25 escuelas ubicadas en 21 municipios, en 2012. Cada madre que pretendía participar en el programa debía llenar un formulario para cumplir con los requisitos necesarios para participar. Los requisitos de elegibilidad son:
Luego de completar el formulario con datos de la familia, los registros fueron aleatorizados y separados en grupos de tratamiento y control, en los que la unidad de aleatorización fue la madre. Los participantes del grupo de tratamiento recibieron un lugar en el programa, mientras que los del grupo de control no fueron invitados. Por tanto, de los 2.110 participantes, se seleccionaron 973 mujeres para el grupo de control y 1.137 para el grupo de tratamiento. Considerando toda la muestra, el 62% son mujeres ocupadas sin hijos menores de 5 años, 369 son madres ocupadas con hijos pequeños y 109 son madres que no trabajan y tienen hijos pequeños.
A finales de 2012 se recopiló información cualitativa y cuantitativa sobre la implementación del programa con visitas a las escuelas participantes. Además, en una encuesta de hogares realizada en 2013 se preguntó el historial laboral de las mujeres, así como su vinculación a la guardería y participación en el programa.
Resultados
Se estimaron los efectos de la intención de tratar (ITT), ya que considera el efecto de que el gobierno ofrezca la opción de atención extraescolar y permita que cada familia decida cuánto tratamiento necesita. Es decir, podrás enviar a tu hijo a este establecimiento todos los días, durante todo el año o sólo unas cuantas veces a la semana.
La oferta del programa aumentó el uso de guarderías formales para niños menores de 6 años en 6,5 puntos porcentuales y este efecto fue impulsado por un aumento en el uso de guarderías gratuitas. Ofrecer una plaza en el programa aumenta la probabilidad de que las mujeres participen en el mercado laboral, un aumento del 7% respecto a la media del grupo de control. Además, la probabilidad de trabajar al menos un mes aumenta un 5%. Por tanto, los autores concluyen que ofrecer una plaza en una guardería gratuita aumenta la FLFP.
En relación al número de horas trabajadas, el programa no tuvo efecto. Así como tampoco hubo efecto sobre el ingreso disponible de estas familias. Sin embargo, se encontró un efecto en el aumento de los gastos familiares, donde hubo un aumento del 13% en los gastos escolares y un aumento del 19% en la ropa de mujer. Los efectos son heterogéneos entre diferentes grupos de madres, donde la oferta de una plaza en una guardería gratuita aumenta la probabilidad de empleo en 12,3 puntos porcentuales para las madres con hijos pequeños.
Las mujeres que no trabajan o tienen hijos pequeños tampoco fueron impactadas por este programa, esto puede haber sucedido porque son mujeres mayores con hijos mayores. Además, tienen niveles educativos más bajos y en Chile estas mujeres tienen más probabilidades de tener una visión sexista de género: creen que las mujeres necesitan cuidar la casa y los niños y necesitan un hombre que se haga cargo de la parte económica, según Comunidad Mujer (2013).
Lecciones de políticas públicas
El estudio demuestra que ofrecer cuidado infantil para todas las edades es importante si el objetivo es aumentar la participación femenina en la fuerza laboral. Pero esta no es una “solución mágica”, ya que se necesitan políticas adicionales para incluir a mujeres sin experiencia en el mercado laboral.
Referencias
MARTÍNEZ, Claudia; PERTICARÁ, Marcela. Efectos del cuidado infantil en el empleo materno: evidencia de Chile. Revista de Economía del Desarrollo, vol. 126, pág. 127-137, 2017.