Investigador responsable: Angelo Cruz do Nascimento Varella
Título del artículo: CUANDO LOS PAGOS DAN SECUENCIAS: TRANSFERENCIAS DE EFECTIVO CONDICIONALES Y COMPORTAMIENTO DE VOTACIÓN EN BRASIL 2002-2010
Autor del artículo: César Zucco Jr.
Lugar de intervención: Brasil
Tamaño de la muestra: 4 ciclos electorales en todos los municipios brasileños
Sector: Política Económica y Gobernanza
Tipo de intervención: Efectos del Programa Bolsa Família en las elecciones brasileñas
Variable de principal interés: Proporción de votos según el Programa Bolsa Familia
Método de evaluación: Otros
Problema de política
En Brasil, algunas de las políticas públicas con mayor impacto social son los Programas de Transferencia Condicionada de Ingresos (PCTR). Este tipo de iniciativas permiten fomentar buenas prácticas en la sociedad simultáneamente con la redistribución de la riqueza, lo que resulta en que las familias de clases socioeconómicas más bajas se beneficien ampliamente, generando una reducción de la pobreza y un aumento del bienestar social. En Brasil, el Programa Bolsa Familia (PBF) es, al momento de este estudio, el mayor programa de su tipo, lo que lo convierte en objeto recurrente de estudios científicos sobre sus efectos y consecuencias.
Uno de los temas más relevantes en torno al Programa Bolsa Família es su posible influencia electoral, especialmente en el caso de familias beneficiarias. Al tratarse de un programa amplio y de gran popularidad, los investigadores cuestionan si la existencia de este tipo de políticas públicas es capaz de provocar interferencias en el proceso de toma de decisiones de los ciudadanos, generando un clientelismo que tenga el potencial de afectar las elecciones.
Contexto de implementación y evaluación
Es posible argumentar que los PCTR caracterizan uno de los tipos de políticas públicas sociales con mayor adherencia y crecimiento en los países en desarrollo. En 1995, dos ciudades brasileñas, Brasilia y Campinas, implementaron pagos en efectivo a familias de bajos ingresos de acuerdo con una serie de condiciones propuestas por los gobiernos locales, las más importantes de las cuales eran garantizar la asistencia de sus hijos a la escuela y citas médicas específicas frecuentes. fines de prevención.
Desde entonces, decenas de otros países han instituido versiones del PCTR, de modo que iniciativas de alcance nacional, como el caso brasileño del PBF y el caso mexicano del programa “Progressa”, sirvan a millones de personas en sus respectivos países, convirtiéndose en pilares centrales en sus sistemas de asistencia social.
Dado que las investigaciones indican que la condición económica afecta los resultados electorales de una región, los académicos se han interesado en analizar la influencia que dichas políticas públicas de bienestar tienen en las democracias que las adoptan. Otros estudios realizados en varios países, como Alemania, Brasil, México y Uruguay, demuestran que los PCTR tienen la capacidad de generar resultados positivos de corto plazo en las elecciones, pero no hay evidencia de que esta tendencia sea duradera o que esté vinculada a los partidos políticos que los implementaron, incluso cuando el programa siga vigente.
Detalles de la póliza
Durante la presidencia de Fernando Henrique Cardoso, Brasil ya contaba con varios PCTR establecidos. En 1996, el gobierno inició un programa piloto de este tipo para eliminar a los niños que trabajaban en las industrias del carbón, y luego amplió la iniciativa para mitigar otras formas de trabajo infantil. En 1997, el gobierno inició el programa que, en 2001, se convirtió en Bolsa Escola, con el objetivo de garantizar la asistencia escolar. Poco después se creó la Bolsa Alimentação, con condiciones orientadas a la salud de los beneficiarios.
Aún con la implementación de todos estos relevantes programas sociales, Luís Inácio Lula da Silva fue elegido en 2002 y, al año siguiente, creó el Ministerio de Desarrollo Social (MDS). Este organismo es responsable de unificar el registro de todos los beneficiarios de los programas de asistencia, denominado Registro Único, y sienta las bases para la composición gradual del Programa Bolsa Família. En octubre de 2006, el PBF atendía a más de 40 millones de personas, pertenecientes a 11 millones de familias, lo que corresponde a más del 20% de la población brasileña.
Las familias con un ingreso per cápita inferior a 70 dólares mensuales y que tengan hijos de hasta 15 años pueden registrarse en el PBF. También son elegibles las mujeres embarazadas y las familias extremadamente pobres. Aunque estos casos eran raros, el programa podía pagar hasta 120 dólares mensuales en ese momento.
Detalles de la metodología
Los investigadores utilizaron datos sobre la cobertura del PPD en los municipios brasileños, así como el monto asignado en cada localidad, y relacionaron esta información con los resultados municipales de las elecciones presidenciales. De esta manera, es posible constatar el impacto que la existencia de estos programas de asistencia tiene en los votos de las ciudades brasileñas.
En total se analizaron las elecciones presidenciales de 2002, 2006 y 2010, tomando como parámetro de control las elecciones de 1998, ya que la implementación del PCTR aún no era a nivel nacional. Los autores también utilizaron otros métodos estadísticos para garantizar la validez de los modelos propuestos.
Resultados
El principal resultado encontrado de los análisis realizados indica que el PPD beneficia a candidatos que ya están en el poder. Sin embargo, vale la pena señalar que, como se describe en la literatura académica, este efecto se disipa con el tiempo y no necesariamente beneficia a los creadores de la legislación, y a menudo se asocia con cambios o integraciones de programas existentes. También vale la pena señalar que es posible que, en las elecciones, la simple promesa de mantener o ampliar el PCTR sea suficiente para obtener votos.
El análisis del gasto realizado por el PBF demostró que, en 2002, por cada 100 reales de aumento del gasto per cápita, la proporción de votos aumentó en 15 puntos porcentuales. Sin embargo, en 2010, esta ratio cayó progresivamente hasta los 6,5 puntos porcentuales. En cuanto a la cobertura del programa en porcentaje de familias atendidas, los resultados se mantuvieron estables.
Otro factor relevante en el análisis demuestra que, a pesar de beneficiar a los políticos en ejercicio que son candidatos a cargos presidenciales, el PBF no mejora el desempeño de los candidatos a cargos legislativos, ni aumenta la identidad con partidos políticos específicos.
Lecciones de políticas públicas
El artículo presenta resultados interesantes para el escenario político de Brasil. Respecto al PCTR, presente en las últimas décadas de la política brasileña. Es posible afirmar que existe un impacto real y observable de estas iniciativas en las elecciones presidenciales, beneficiando a los políticos en ejercicio en el corto plazo.
Sin embargo, vale la pena resaltar que estos efectos no ocurren en el largo plazo y se ven debilitados por una serie de variables, como la voluntad de los candidatos de la oposición de mantener, o incluso ampliar, el PCTR. Tampoco existe una influencia partidista de este tipo de políticas ni una preferencia permanente de los votantes hacia los creadores de tales programas, por lo que el argumento de que políticas públicas como el PPD causan clientelismo está poco respaldado por análisis empíricos.
Finalmente, cabe destacar el impacto social de estas políticas públicas. No sólo se combate eficazmente la pobreza, actuando proactivamente para redistribuir el ingreso, sino que el bienestar social aumenta a través del control, seguimiento y fomento de buenas prácticas sociales. No sorprende que estos programas sean bien vistos por los votantes, ya que promueven cambios reales. Sin embargo, tales medidas no son suficientes para perpetuar las intenciones de voto, lo que, en términos generales, es una buena noticia para la democracia.
Referencia
ZUCCO JR, César. Cuando los pagos dan frutos: transferencias monetarias condicionadas y comportamiento electoral en Brasil 2002-2010. Revista estadounidense de ciencias políticas, vol. 57, núm. 4, pág. 810-822, 2013.