Investigador responsable: Silvio da Rosa Paula
Título del artículo: AGUA PARA LA VIDA: EL IMPACTO DE LA PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS DE AGUA EN LA MORTALIDAD INFANTIL
Autores del artículo: Sebastián Galiani; Paul Gertler; Ernesto Schargrodsky
Lugar de intervención: Argentina
Tamaño de la muestra: 165.542 muertes infantiles ocurridas entre 1990 y 1999
Tema principal: Política económica y gobernanza
Variable de principal interés: Mortalidad infantil
Tipo de Intervención: Privatización de los servicios de agua
Método de evaluación: Diferencia en diferencias
Contexto de evaluación
A fines de la década de 1980, Argentina estaba experimentando un período de inflación creciente impulsada principalmente por la emisión de moneda para cubrir enormes déficits fiscales de alrededor del 9% del PIB durante la década. En 1989 el país entró en un período de hiperinflación y los déficits ya no podían cubrirse con la emisión de dinero y títulos de deuda, lo que llevó al gobierno de la Unión Cívica Radical (UCR) a dimitir seis meses antes del fin de su administración.
En este contexto, en el que Argentina emprende una de las mayores campañas privatizadoras del mundo, bajo el mando del nuevo gobierno peronista, se lanzó un ambicioso plan de reformas estructurales encaminado a reducir los déficits y controlar la inflación, que consistió en la descentralización de la salud y servicios educativos, reforma de las pensiones, emancipación del Banco Central, desregulación de las actividades económicas y privatización de empresas estatales.
Las privatizaciones tenían como objetivo reducir el déficit presupuestario y revertir un largo período de poca inversión en infraestructura física, que en general estaba seriamente depreciada. Las empresas estatales privatizadas eran principalmente grandes monopolios en sectores como: electricidad, petróleo y gas natural, telecomunicaciones, transporte, servicios postales y sistemas de agua.
Detalles de la intervención
Históricamente, en la mayoría de los países, la prestación de servicios de agua ha sido proporcionada por el sector público y la aportación privada ha sido limitada. Sin embargo, existe un llamado creciente para que el sector privado se someta a la regulación pública para brindar el servicio. Entre varias razones, el sector privado tiene la ventaja de proporcionar fuertes incentivos para reducir costos y mejorar la productividad, donde la evidencia empírica sugiere que la calidad del servicio, la productividad y la rentabilidad aumentan significativamente después de la privatización (Megginson et al, 1994; Barberis et al, 1996; Frydman et al, 1999;
Además, el uso político de las empresas estatales y problemas como el empleo excesivo, la corrupción, los subsidios y la falta de incentivos gerenciales resultan en ineficiencia en el servicio brindado por el sector público. Todos estos aspectos mencionados, sumados a la subinversión en infraestructura y a los gobiernos endeudados y con falta de recursos financieros, hacen del sector privado una alternativa para superar los cuellos de botella en el sector sanitario. Por otro lado, el temor a una caída en la calidad del servicio o la exclusión de los hogares de bajos ingresos por el aumento de precios, o incluso externalidades negativas generadas por empresas privadas que ignoran los beneficios sociales en sus decisiones, que pueden ser genuinas cuando las condiciones de oferta son malas. no controlado por agencias reguladoras.
En el contexto argentino, de 1870 a 1980, los servicios de agua fueron prestados por la entidad estatal Obras Sanitarias de la Nación (OSN) y varias cooperativas sin fines de lucro. En 1990, antes de la privatización, dos tercios de los servicios de agua eran proporcionados por empresas estatales, mientras que el resto lo proporcionaban cooperativas sin fines de lucro. Entre 1991 y 1999, la mitad de las empresas públicas de agua pasaron el control al sector privado, que representaba aproximadamente el 28% de los municipios y cubría casi el 60% de la población.
Dentro del ámbito general de las privatizaciones, el sector de servicios de agua representó una pequeña parte de la respuesta del nuevo gobierno para combatir la crisis, y al principio sólo se otorgaron al sector privado grandes empresas estatales bajo mando federal. Sólo después de la reelección del gobierno en 1995 se aceleró el proceso de privatización; sin embargo, el gobierno federal no presionó a los gobiernos municipales para que vendieran sus servicios de agua de propiedad estatal. Sin embargo, los datos indican que cuando el gobierno local era peronista, la probabilidad de privatización era mayor que cuando el gobierno local era de oposición.
Detalles de la metodología
Para medir el efecto de las privatizaciones en las tasas de mortalidad infantil en los municipios que privatizaron su sistema de abastecimiento de agua, se utilizó el método de Diferencia en Diferencias, que consiste en comparar el antes y el después de las privatizaciones, entre el grupo tratado y el de control, es decir, entre el grupo de municipios que privatizaron los servicios de agua y de los que no, respectivamente. En este método, el grupo de control juega un papel fundamental, ya que a partir de él se construye el contrafactual, es decir, la estimación de cómo sería la mortalidad en los municipios que privatizaron si no lo hubieran privatizado, como se muestra a continuación en el ejemplo hipotético inspirado en el estudio.
En cuanto a los datos utilizados, la variable de interés es la tasa de mortalidad infantil construida a partir de información contenida en registros estadísticos del Ministerio de Salud de Argentina. La base de datos incluye 165.542 muertes infantiles ocurridas entre 1990 y 1999. Además, se utilizó información municipal sobre el acceso a los servicios de agua, así como características relacionadas con el desempleo, el gasto público y el PIB per cápita.
Resultado
Los principales resultados encontrados indican que la privatización de los servicios de agua está asociada a una reducción del 4,5% al 10% en las tasas de mortalidad infantil, precisamente en la mortalidad de los niños menores de 5 años. Además, los resultados indican que la reducción de las tasas de mortalidad es mayor en las zonas más pobres, reduciéndose la mortalidad infantil en un 26%.
Para fortalecer los resultados encontrados, se probó el impacto de las privatizaciones en enfermedades que no están relacionadas con el suministro de agua, como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Como era de esperar, los resultados muestran que las privatizaciones solo redujeron las enfermedades relacionadas con el agua, como las enfermedades infecciosas y parasitarias que tuvieron una reducción del 18,2% y las enfermedades perinatales (muertes que ocurren durante los primeros 28 días de vida, independientemente de la causa) una reducción en alrededor del 11,5%.
En resumen, los resultados indican que el mayor acceso a la red de agua y saneamiento, proporcionado por las privatizaciones, trajo posibles cambios en la calidad del servicio, mejorando los indicadores de salud de los niños. Hay cuatro factores principales que llevan a los autores a creer que la principal causa de la reducción de la mortalidad está asociada a la privatización de los servicios de agua. Primero, los resultados mostraron que los factores que llevaron a los municipios a privatizar no afectan las tasas de mortalidad infantil. En segundo lugar, las tendencias de mortalidad eran similares antes de la privatización tanto en los municipios que privatizaron como en los que no privatizaron los servicios de agua. En tercer lugar, las privatizaciones sólo afectaron a las enfermedades relacionadas con el agua. Cuarto, el impacto fue mayor en los municipios más pobres, ya que los municipios de ingresos medios y altos ya tenían altas tasas de acceso a la red de agua antes de las privatizaciones.
Finalmente, aunque muchos operadores privados ignoran las externalidades de salud causadas por el sector de saneamiento, la evidencia sugiere que las privatizaciones han aumentado el acceso y mejorado la calidad de los servicios de agua. Además, en términos de reducción de la mortalidad infantil, los resultados indican que la población más pobre fue la que experimentó los mayores beneficios de las privatizaciones, lo que va en contra de la percepción pública de que las privatizaciones perjudican a la población de bajos ingresos.
Lecciones de políticas públicas
El agua tiene una importancia crucial en muchos aspectos de la vida, ya sea vinculados a la salud, el bienestar o el desarrollo económico, sin embargo, muchos países enfrentan dificultades para garantizar el acceso al agua y al tratamiento de aguas residuales, especialmente para la población más necesitada. El gran aporte al debate que hace el estudio “ Agua, fuente de vida ” es que la inversión privada puede servir como una alternativa para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de universalizar el acceso equitativo al agua, ya sea a través de privatizaciones, concesiones o asociaciones público-privadas, siendo una importante mecanismo para que los responsables de la formulación de políticas superen los problemas de las restricciones presupuestarias del sector público, llenando la brecha existente entre la oferta y la demanda de servicios básicos de saneamiento, que afecta principalmente a las regiones con poblaciones de bajos ingresos.
Referencias
GALIANI, Sebastián; GERTLER, Paul; SCHARGRODSKY, Ernesto. Agua para la vida: El impacto de la privatización de los servicios de agua en la mortalidad infantil. Revista de economía política , vol. 113, núm. 1, pág. 83-120, 2005.