¿Recuerdas esos momentos durante las clases de escritura en los que mirabas tu cuaderno sin saber por dónde empezar? ¿O cuando tuviste que cumplir con una fecha límite para enviar un mensaje de texto y no viste nada más que una pantalla en blanco durante mucho tiempo?
Estos momentos de bloqueo creativo son muy comunes y la mayoría de las veces son resultado de algún estado emocional. La ansiedad, la falta de motivación y la autocrítica pueden ser grandes enemigos de nuestros momentos de escritura.
Ya hemos visto que existen ejercicios de respiración que nos ayudan a mejorar nuestra concentración , pero ¿sabías que también existen formas de ejercitar nuestra escritura? ¡Y de maneras muy creativas, por cierto!
Probablemente ya hayas visto consejos como “leer más”, “lleva siempre un bloc de notas” o “intenta practicar siempre tu escritura”. Hemos reunido, junto a la profesora de la Escuela de Comunicación IDP, Renata Othon, algunos consejos diferentes que te ayudarán a ejercitar tu creatividad de maneras divertidas 📝📚
Libro de cabecera
Coge ese libro que has perdido la cuenta de cuántas veces has leído: ábrelo en una página al azar, pero no merece la pena robarlo, jejeje. Después de eso, lee el segundo párrafo de esta página y comienza una nueva historia desde allí.
Un desafío
Después de utilizar tu libro favorito, pasemos a un ejercicio un poco más elaborado. ¿Recuerdas cuál fue el libro más difícil y complejo que hayas leído? No te preocupes, no necesitarás crear una teoría junto con Foucault. Al contrario, transforma la idea del autor en algo sencillo y crea una historia sobre tu vida cotidiana.
Utilice la personalidad a su favor
Crear una historia con personajes puede ser todo un desafío, ¿verdad? Así que presta atención a este consejo: haz una lista de 50 características de un personaje imaginario, a partir de ellas verás que será mucho más fácil crear la narrativa, ¡pues ya conocerás muy bien a tus personajes!
Principio, medio y final.
Sabemos que a veces lo más difícil es la frase inicial de un texto. Pero para este ejercicio, escribe una oración que represente el comienzo de tu historia y otra que represente el final. De esta manera tendrás un punto de partida y un punto final, haciendo mucho más fácil desarrollar una trama.
Lejos de la tecnología
Quizás esto sea incluso un poco más complicado, al fin y al cabo no podemos separarnos de los dispositivos electrónicos durante mucho tiempo. ¡Pero no te rindas antes de intentarlo! Suelta un rato el ordenador, desconecta de todo lo digital y prueba a escribir en una hoja de papel en blanco.
¿Ya sabes por dónde empezar? Ahora te toca a ti ensuciarte las manos y practicar estos consejos de la maestra Renata. Lo bueno es que puedes hacerte una idea de cómo es una clase universitaria para desplazados internos. 🤩🥰💜
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