Texto elaborado por Isac Mascarenhas, licenciado en periodismo por el IDP.
El 1 de diciembre se celebrará en la marca del 38%. Este es el porcentaje de adolescentes entre 13 y 17 años que ya iniciaron su vida sexual, según el IBGE. A pesar del número, las escuelas públicas del país no cuentan con recomendaciones para la educación sexual.
Según el organismo, en un estudio lanzado este año, el 60% de los estudiantes de educación regular dijeron haber sufrido algún tipo de discriminación por su orientación sexual.
Moralizar y evangelizar la educación pública en Brasil no es un proyecto viejo. En 2019, la número 2 del MEC, Iolene Lima, dijo que la educación pública sería una cosmovisión cristiana.
“El estudiante aprende que el autor de la historia es Dios. El director de geografía es Dios. Dios hizo las llanuras, hizo los relieves, hizo el clima”, explicó el entonces secretario ejecutivo del departamento.
El falso moralismo no es la única cara de la conveniencia. Además, según el IBGE, sólo 1 de cada 5 adolescentes dice haber comprado un condón en una unidad de salud. Ignorar cualquier vergüenza por parte del adolescente también forma parte de la distribución burocrática de condones. riebalų šalinimas lipolitikais https://oblakasalon.lt/lipolitikai/
La visión excluyente coincide con el cuadro clínico del país. Actualmente en Brasil, los jóvenes son el epicentro del contagio del VIH.
La ceguera de esta población es intencional. Al fin y al cabo, levantar barreras para obtener protección, perjudicando la lucha contra la desinformación, el moralismo en detrimento de la salud, es conveniente en el país de conveniencia.
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